lunes, 28 de julio de 2014

¿Vigilados?

Caminaban juntos, entre los árboles y los matorrales, Celtica respiraba el aire de su hogar, de su mundo… y se sentía dichosa, pero también sabía que se arriesgaba demasiado, pues podía escuchar a los arboles decir “traidora”, al viento susurrar “maldita”, a las aves trinar “algún día lo pagaras”… sabía que su acompañante no podía percibir las palabras, pues eran idiomas completamente distintos.
Tras caminar un poco más y admirar la belleza de la Ninfa, Declan se atrevió a romper el silencio…
–Y… ¿Cómo te has sentido en la aldea y en el castillo? ¿Te gusta la vida de la corte?
–Sí –respondió ella con más seguridad, pues de algún modo ya se había acostumbrado a su presencia, pero mantenía la guardia en alto.
–Creo que eres magnifica cuando cantas, no logro entender como lo haces, pero es hermoso.
–Gracias.
–Quiero preguntarte algo, ¿Por qué te fuiste de tu aldea?
–Quería conocer otros lugares, algunos se opusieron y creo que más bien termine huyendo.
– ¿Huyendo? ¿De qué? De algún amor ¿Tal vez?
–No, creo que fue de mi misma, creía que iba a enloquecer.
–Entiendo, a veces me pregunto cómo sería mi vida si me marchara, si de pronto decidiera tomar mis cosas y cabalgar sin rumbo… ­–no terminó de decir la frase cuando ambos escucharon un sonido extraño proveniente del interior del bosque. Ella lo reconoció al instante, sus sentidos se agudizaron profundamente y sabía que no estaba tan segura, pues conocía muy bien ese ruido… era el centauro, no podía verlo, pero podía sentir su presencia.
–No estamos solos –dijo él. Sabía que allí había algo, solo que él no estaba seguro de lo que era.
–Lo mejor será que volvamos.
–Si, tienes razón, normalmente iría a averiguar de qué se trata, pero vengo con una dama y no es cortes dejarte sola aquí… volvamos.

Regresaron tan pronto como pudieron, y una vez llegado a la aldea la Ninfa se sintió más tranquila, ahora sabía que Declan no era una amenaza, pero aun desconfiaba de él, sin embargo no era lo más alarmante para ella, sabía que el Centauro ya estaba ahí afuera, eso solo podía significar una cosa. La Valkyria ya estaba en la aldea buscándola.

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